Programa Clube del Oyente - Rádio Romênia Internacional - RRI, presentación Victoria Sepciu.
Por: Antonio Argolo Silva Neto - Jequié/Bahia.
"Cada año que pasa hago una retrospectiva sobre los acontecimientos políticos,
socioculturales y tecnológicos para evaluar el futuro de la radio, sobre todo
de las la emisoras internacionales. El resultado de estas experiencias es
desafiante para un oyente a quien le gusta encender el receptor para acompañar
la información de lugares distantes y apreciar culturas desconocidas.
Así,
en 2018 notamos la discontinuidad de emisoras importantes de las ondas cortas,
las distorsiones de las transmisiones, la desaparición de voces ligadas a la
radio … En Brasil, las emisoras de AM (Amplitud Modulada) se desprenden de la
audiencia, mientras que los medios móviles reemplazan las conciencias
extendiendo las "Fake news" en amenaza al proceso democrático en las
elecciones presidenciales. Es un tiempo de la expansión tecnológica,
racionalista, que no logra llenar el equilibrio mental de la humanidad.
Mientras
que la historia se repite con retoques de novedades, despertando antiguos
fantasmas del pasado, pienso en la radio como un importante instrumento de
equilibrio del espíritu humano. Yo enciendo la radio para escuchar a la gente,
con la certeza de que sus voces me están presentando los lugares donde viven,
las canciones que tocan allá, las experiencias culturales y hasta mediando mi
habla a través de los mensajes enviados a los programas.
Estar
en sintonía internacional es como si esas voces nos conectasen al mundo
revelando conocimientos, modos de vida, virtudes, angustias y necesidades
colectivas ... A veces la radio nos hace aproximar al otro en solidaridad a las
violaciones de derechos y a las tragedias naturales que tienden a afectar la
dignidad y la supervivencia. Son experiencias muy propias en las captaciones de
las ondas cortas.
Interesante
es que la radio no nos permite ver a las personas, tampoco los lugares desde
donde están hablando ... Pero nada falta a los oyentes a medida que es posible
estimular la imaginación, creando percepciones y significados más amplios. Al
ejercitar la imaginación, el oyente es forzado a pensar e interpretar los
mensajes que recibe. Entonces no tengo duda de que los oyentes buscan en la
radio un escape para las tensiones humanas provocadas por el racionalismo.
Escuchar la radio nos hace más creativos, pues el pensar es algo tan valioso en
las sociedades modernas construidas a partir de las informaciones para el
consumo inmediato.
Para
mí, sintonizar Radio Rumania Internacional vino de la necesidad de escuchar
sobre los lugares desconocidos que aparecían en sus referencias políticas. Fue
así como aumentó mi interés por la programación, cuando aún se transmite en
portugués y luego en español.
Esto
comenzó a finales de los años 90, cuando capté por casualidad la emisora. En
aquella época el mundo ya experimentaba una apertura política y la gente
descubría los centros socialistas del Este de Europa. Estas informaciones
trajeron de vuelta a la población rumana a las calles para hablar de las
experiencias en el período dictatorial, y presentar un nuevo país que pasaba a
ser dibujado a partir de la apertura democrática.
Igual
que Rumania, Brasil también experimentó una Dictadura Militar, incluso actuando
en frentes diferentes, la censura y el irrespeto a los derechos humanos
tuvieron un mismo rumbo. Pronto la información de Radio Rumania Internacional
ha sido importante para mí, por estimular la conciencia política. En pensar el
país donde vivo en la expectativa de que jamás sea afectado por las injusticias
sociales y por la ausencia de la democracia. Esto es porque estamos en la recta
final de las elecciones presidenciales y los problemas del pasado aparecen en
los medios, creando un clima de incertidumbre.
Me
imagino Rumania como un país misterioso, que ha podido guardar sus memorias e
historias antiguas para presentarlas al nuevo mundo. Escucho las canciones y
los festejos tradicionales con mucha atención, ya que incluso en las
situaciones de conflictos el pueblo rumano preservó su identidad cultural -
ciertamente huyendo de la vigilancia para cantar, bailar y celebrar la vida. Me
gusta acompañar las liturgias durante las celebraciones del calendario
ortodoxo, costumbres en paralelo al cristianismo occidental. Me siento feliz
porque estas expresiones están vivas y se presentan en Radio Rumania
Internacional.
Sin
duda las atracciones turísticas y tradicionales, la música contemporánea,
además de los programas interactivos, determinan mi principal interés por la
sintonía. Estoy encantado con la variedad de canciones y de jóvenes que surgen
en la esfera del mundo pop. Esto demuestra que Rumania ha logrado superar los
problemas del pasado y se presenta como un país expansivo y de grandes
oportunidades turísticas y culturales.
Pese
a la infinidad tecnológica y a las innumerables facilidades, que nos facilitan
el acceso a las informaciones, prefiero continuar oyendo la radio de Ondas
Cortas, ella llena mi percepción con innumerables misterios y significados. La
radio me presentó el mundo y abrió ventanas para que yo pudiera estar en
sintonía en la búsqueda de un bienestar mental y espiritual. Por lo tanto,
celebro el Día del Oyente como celebro la vida oyendo una música ligera en la
Radio Rumania Internacional. Programas marcados por sus referencias al propio
hombre, a las escuchas ad infinitum".
Programa Especial Día del Oyente 2018 (18/11/18) - Rádio Romênia Internacional